Conocimientos y habilidades en el currículum
Dos reglas básicas para la sección "Conocimientos y habilidades" en el currículumIndica tus conocimientos de idiomas y habilidades lingüísticas en tu currículumConocimientos informáticosIncluye el carné de conducir en tu currículumEspecifica la formación continua y avanzada en 'Conocimientos y habilidades'
A la hora de diseñar tu currículum, tienes mucha libertad en lo que respecta a la sección Conocimientos y habilidades, y a menudo es aquí donde radica la dificultad. Aunque está bastante claro qué información es relevante cuando se trata de tu formación o experiencia laboral previa, muchos candidatos se sienten perdidos al principio en cuanto a la sección de “Conocimientos y habilidades”. Al fin y al cabo, se adquieren muchas habilidades a lo largo de la vida, pero no todas deben mencionarse en el currículum.
Los siguientes consejos no solo se refieren al área de "conocimientos y habilidades". Más bien son de enorme importancia para toda la candidatura:
Es extraordinario que puedas dar 20 volteretas seguidas y grabar esta habilidad en vídeos de producción propia en YouTube, pero esto no tiene absolutamente ninguna relevancia para tu solicitud como enfermera. Más no implica automáticamente mejor. Tu futuro empleador busca trabajadores de los que se espera que realicen tareas muy específicas. Deja claro en tu currículum que puedes cumplir estos requisitos y céntrate en las habilidades que te serán útiles en el puesto anunciado.
Los reclutadores intentarán reconocer tus habilidades basándose en tu currículum. Sin embargo, si presumes de "habilidades avanzadas de Microsoft Office", no podrán visualizar gran cosa. Haz que tus habilidades sean más tangibles dejando claro dónde y cómo las has utilizado con éxito. Por ejemplo: "Más de cinco años de experiencia en el uso profesional de Microsoft Excel, especializado en planificación de materiales y compras". Por supuesto, ganarás más puntos extra si puedes respaldar estas habilidades con certificados o diplomas de formación.
Cuanto más claro y conciso resumas la información clave, mejor impresión causarán tus documentos. Recuerda: los especialistas en RR. HH. suelen disponer de un tiempo limitado.
Quienes aporten argumentos precisos y comprensibles a favor del empleo ganarán puntos. Las trivialidades, por el contrario, hacen perder un tiempo valioso, no ponen de relieve tu idoneidad y, por lo tanto, deben evitarse a toda costa.
Por supuesto, lo ideal es que también puedas demostrar tus cualificaciones adicionales. Pruebas como certificados y referencias son un componente clave de tus documentos de solicitud..
Aunque hoy en día existen mejores alternativas, la autodescripción de tus conocimientos de lenguas extranjeras en tu currículum sigue siendo habitual. Por regla general, se utilizan estas descripciones, ordenadas de peor a mejor son: conocimientos básicos, conocimientos avanzados, fluidez oral y escrita, fluidez comercial oral y escrita, hablante nativo. Solo puede considerarse hablante nativo quien aprendió el idioma de niño, por muy buenos que sean tus conocimientos. Las mejores habilidades también se enumeran en primer lugar en el currículum. Por tanto, un formato habitual sería:
Conocimientos lingüísticos: español (lengua materna), inglés (fluidez en la expresión oral y escrita), francés (conocimientos básicos).
Sin embargo, la categorización según el "Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas" (MCER) es mejor porque es más fácil de comparar y se puede documentar con un certificado final. Según este acuerdo, los conocimientos de lenguas extranjeras pueden dividirse en seis niveles, empezando por el más bajo:
En la actualidad, los cursos de idiomas que se imparten en las universidades o en los centros de educación de adultos suelen ajustarse a este marco de referencia y se completan con el correspondiente certificado. Sin embargo, las lenguas maternas deben seguir etiquetándose como tales. También puede anotarse la experiencia práctica con la lengua:
Conocimientos lingüísticos: español (lengua materna), inglés (nivel C1), francés (nivel B2, complementado con un semestre en el extranjero en París, Francia).
Para algunas lenguas existen también pruebas especializadas que permiten evaluar aún mejor los conocimientos lingüísticos. Son, por ejemplo:
Sin embargo, estas evaluaciones solo suelen exigirse para puestos de trabajo con un fuerte componente extranjero: el hecho de que el empleador exija un certificado correspondiente suele mencionarse explícitamente en el anuncio de empleo. Por tanto, son superfluas para la gran mayoría de los trabajadores.
Los conocimientos informáticos básicos son obligatorios en casi todos los sectores hoy en día, ya que la tecnología informática se encuentra prácticamente en todos los lugares de trabajo. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con los conocimientos lingüísticos, aún no han surgido normas de etiquetado ampliamente aceptadas. La autoevaluación sigue siendo la norma, por ejemplo: Conocimientos básicos, conocimientos avanzados, conocimientos expertos o conocimientos sólidos, buenos o muy buenos. Cuanto más precisas sean tus habilidades, mejor. En la práctica, podría ser así:
Conocimientos informáticos: Muy buen conocimiento de Microsoft Excel (manejo experimentado de macros, fórmulas y referencias) y SAP (centrado en la gestión de mercancías), buen conocimiento de Microsoft Word (plantillas de formato y combinación de correspondencia) y conocimientos básicos de Adobe Photoshop (composición de gráficos).
También en este caso, por supuesto, debes enumerar únicamente los conocimientos y habilidades pertinentes para el puesto anunciado. No intentes impresionar con cantidad:, sólo interesa la calidad. Para ello, puedes sumar puntos extra con certificados relevantes y formación complementaria que demuestren tus habilidades informáticas.
Si en esta sección te presentas como un completo profesional de las TI, también deberás estar preparado para demostrar tus habilidades en una entrevista de trabajo o en un centro de evaluación. Como todos sabemos, las mentiras tienen las patas cortas.
Que merezca la pena incluir el carné de conducir en el currículum depende en gran medida del puesto al que optes. ¿Tendrás que conducir un coche por motivos profesionales en el trabajo, o no?
Por tanto, en términos puramente formales, queda claro rápidamente quién puede obtener puntos con un permiso de conducir y quién no. Sin embargo, muchos candidatos declaran que tienen carné de conducir, aunque no sea imprescindible para el puesto. Al fin y al cabo, los que saben conducir suelen ser más móviles y flexibles. En última instancia, sin embargo, al empresario no le importa cómo llegues al trabajo: lo principal es que seas puntual. Por eso, en la mayoría de las solicitudes de empleo, el carné de conducir es, como mucho, una nota al margen.
Por supuesto, la situación es completamente distinta para los permisos de conducir especiales. El personal de almacén suele necesitar un permiso de carretilla elevadora, los conductores de autobús, un permiso de conducción de autobús, etc. Estos permisos deben figurar siempre en los puestos de trabajo correspondientes porque son un requisito previo para desempeñar el trabajo.
Los certificados y pruebas que avalan tus conocimientos y habilidades son ventajosos. Dan más credibilidad a tus datos y los hacen más tangibles. Sin embargo, también puede merecer la pena crear una sección aparte en tu currículum para la formación continua y avanzada si estos cursos tienen una importancia fundamental para tus cualificaciones profesionales.
Pongamos el ejemplo de un empleado industrial que trabaja en compras o adquisición de mercancías:
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